Por la época del año, por los avatares políticos, por las
reestructuraciones, por ambición personal, por lo que sea, las consultas para planificar
el año, cambiar de trabajo, de casa, de actividad, etc. están a la orden del
día.
Escucho mucho que con desear algo intensamente,
con quererlo desde el fondo del corazón, con visualizarlo, de alguna manera se abrirán
los cielos y aparecerá este objeto del deseo, llámese nuevo trabajo, nueva
casa, nuevos clientes. Yo humildemente, propongo otra cosa que no es tan divertida pero
suele dar mejores resultados –y hasta tiene un camino más corto: un método de
indagación, de investigación.
¿Qué quiero? ¿Cómo es lo que quiero? ¿Quién lo hace o tiene
algo igual? ¿Cómo llegó ahí?
Sin embargo, por simples que parezcan estas preguntas cuándo
pregunto qué trabajo, dónde, qué calificaciones se necesitan o en qué industria
se desarrolla, no escucho ninguna respuesta.
De ninguna manera esto es punible o está mal, pero en este
estado la inquietud es un deseo, un sueño, no es un objetivo a alcanzar. Un objetivo es concreto, se puede
enunciar en una frase y tiene fecha de
vencimiento, ¿no? “Si quiero algo que nunca tuve tengo que hacer cosas que nunca
hice” y esto es indagar, preguntar, buscar, leer, ver, salir de la zona de confort propia. La
realidad no es dura ni es difícil, simplemente es y tiene sus reglas. Con
información puedo tomar diferentes decisiones; información la fuente de juvencia de la modernidad.
Querés cambiar de trabajo: ¿cuál te gusta? ¿cómo es ese trabajo? ¿qué hace la persona que actúa en un puesto similar? ¿en qué industria?
¿cómo puedo observarlo? ¿qué me falta, (otro título, dedicarme, relacionarme
con ese sector)?
¿Querés cambiar de barrio, de auto, de departamento? ¿Cuáles
son las preguntas que te tendrías que hacer?
Diseñá tu proyecto, observá con paciencia los pasos que
tenés que dar, ¿cuánto tiempo vas a dedicarle? Si es importante para vos, seguramente encontrarás el tiempo necesario. Conversá con tus amigos, armate una lista de contactos, leé,
estudiá sobre el tema de la misma manera que leés y estudiás sobre lo que te apasiona, registrá qué te pasa, tomá nota. Vale alejarse del celular, digamos, una media hora.
¿Vos tenés una conversación pendiente? Yo puedo escucharte.
Escribime: liliana.amadori@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario