¿Y si hablamos del cuerpo?

Me encantó que vinieran al taller. La pasamos muy bien y aprendimos mucho entre todas. Gracias, amigas! Acá les paso el PPT. 

¡Por favor tené mucho cuidado!

No esperes abundancia, oportnidades, ni nada  -ahora que lo pienso, si te reconocés en cualquiera de estos comportamientos.

- Si cuando te encontrás con tus amigas o amigos siempre te quejás de tu mala suerte,  de tus problemas, de que estás gorda, de que no te aumentaron el sueldo, de que te peleaste con tu marido, novio, jefe, madre. etc. etc.  Nadie quiere estar con una persona que siempre trae malas noticias y que necesita la compasión de los demás.

- Si ahorrás en todo, si siempre comprás en la época de descuentos, si no dejás propina, si no prestás nada –ni siquiera información!

- Si todo lo medís según lo que cuesta, si la felicidad es un auto costoso, el mejor celular, la ropa de marca, el dinero que tienen los otros, ¡y lo poco que vos ganás!

- Si entrás en pánico cuando pensás que te vas a quedar sin trabajo, que te va a faltar la plata, que te van a despedir en la próxima reorganización.

- Si gastás más de lo que ganás, si tenés muchos créditos que pagar, muchas tarjetas, varios trabajos.

- Si tu trabajo no te gusta ni te apasiona pero pensás que alguien tiene que pagar las cuentas, que si no lo hacés vos alguien más lo hará.

-Si no tenés buenas relaciones con tu familia, si te cuesta hacer nuevos amigos, buscar nuevos grupos.

Citando la famosa frase, ¡A CAMBIAAARRR!  

Primero que nada, mirá la foto que encontré. Ooommmm…. ¡Que el fin de semana te ayude a limpiarte! 

¿Qué me pasa cuando me sobra tiempo?

Muchos no sabemos tener tiempo libre y lo llamamos tiempo muerto, tiempo ocioso, tiempo no productivo. Y sí, el lenguaje no es inocente. ¿Qué me pasa cuando no tengo nada que hacer, cuando por diferentes motivos un día cualquiera cambia mi rutina porque nació mi bebé, van creciendo los hijos, llega la jubilación, terminó una relación? Muchos nos sentimos culpables porque somos muy adictos a la actividad – a veces desenfrenada, de ocupar el tiempo, libre o no. En nuestra vida pasamos por momentos y espacios diferentes, distintas etapas de crecimiento (y si queremos de reflexión y cambio). En esos momentos está bueno ACEPTAR que viene un tiempo nuevo, TRANSITAR/EXPERIMENTAR esa incomodidad, esa incertidumbre y BUSCAR adentro a ver qué pasa, qué nos aparece, en una palabra, ¡darnos un poco de tiempo!

Mientras pensaba en todo esto me acordé de un cuento sufí que leí en Vivir, Amar y Aprender hace muchísimisimo tiempo que es toda una alegoría. Cuentan que un día había un mullah en la calle, en cuatro patas, buscando algo, cuando se le acercó un amigo y le preguntó:

- Mullah, ¿qué buscas?

- Perdí mi llave.

- ¡Oh, Mullah, qué terrible! ¿Dónde la perdiste?

- En mi casa.

- Entonces, ¿por qué la buscas aquí afuera?

- Porque aquí hay más luz.

Generalmente vamos a buscar afuera lo que nos falta; es más fácil, hay más gente, hay más luz, hay más distracciones. No quiero decir que dentro nuestro solamente exista luz y oscuridad, no, para nada, pero buscar adentro lleva más tiempo y muchas veces nos cuesta lidiar con las emociones que nos aparecen. Y les aseguro que no pasa nada malo, al contrario podemos encontrar espacios diferentes. Hay tiempo.