Que es como un nuevo ciclo, que es como un nuevo comienzo... y eso es bueno.
El coaching es muchas cosas, y entre tantas es transformación. Es intentar conectarse con ese ser que soy, es preguntarme qué quiero
hacer, cómo desarrollo mis relaciones; un poco de lo que se llama inteligencia instrumental. No puedo
saber qué quiero cambiar si primero no sé con qué me quiero quedar. Es el rediseño de mi vida. En lenguaje,
cuerpo y emoción.
No intentes comprender, analizar o examinar lo que
sigue. En su lugar te invito a USARLO, A VIVIRLO. La acción es lo único que te
acerca a los resultados. La acción es lo único que te permitirá saber si es
verdad (para vos) o no. Te propongo una serie de tips para esta primavera. No es teoría lo que necesitamos, de eso todos sabemos mucho. Considero que es práctica y la práctica requiere manos a la obra, empezar, medir tus fuerzas. Podés esperar el resultado o podés tener excusas, lo que no
podrás es tener las dos cosas. O tenés excusas o tenés resultados.
Caminá de 10 a 30 min. todos los días.
Mientras camina, sonríe.
Esto
lo sabemos todos. ¿Lo hacemos? ¿Se puede? La gente que camina dice que caminar
le sirve para alejarse, para tomar distancia, que si camina temprano puede
“ver” el día completo. El que camina a la noche dice que le sirve para
“relajarse”. Para mí lo más difícil es ponerse las zapatillas. Al principio
tardaba mucho, media hora, cuarenta minutos, y tenía miles de excusas: Hace
mucho frío, hace mucho calor, caminé ayer, es suficiente, estoy cansada, no
puedo más. No es posible ningún cambio si todo sigue igual. Nuestros hábitos
son tan pesados como los tanques de combustible de las naves espaciales: cuando
los sueltan, se elevan.
Caminá,
paseá, solo o con compañía. Cambiá, buscá, innová. Simplificá, si no podés
porque no te queda tiempo levantate más temprano, acostate más tarde, vestite
más cómodamente para caminar mientras vas a la oficina. Inventa
vos “tu” forma.