El miércoles estaba en otro barrio, lejos del mío, haciendo otra
cosa. Mientras esperaba me llama la atención un gran tablero hermosamente recargado
con oferta de servicios de toda índole. Me acerco y veo que la gran mayoría de
los servicios están prestados por mujeres , mujeres que seguramente pensaron muy
bien en lo que saben hacer y vieron en eso una salida laboral, una forma de
ayudarse y de buscar su independencia económica. Interpreto que viven en el
barrio, que buscan una forma más confortable de trabajar mientras están con su
familia.
Las mujeres, a lo largo de la historia siempre hemos salido
adelante, al principio ocupándonos de la pequeña economía, la economía de la
familia y la de los hijos. Así hemos
crecido y llegado a este presente en el que podemos elegir ser profesionales, gerentes
de familia, artistas, periodistas, músicas. Un camino que sigue siendo largo y
difícil, es verdad, pero que ya nos permite mirar hacia atrás y celebrar todo
lo que hemos alcanzado.
Pensá qué sabés hacer mejor y buscá tu independencia
económica por sobre todo, porque la independencia económica te permite ser
libre, y siendo libre siempre podés crecer y elegir mejor. ¿Cuáles son tus
opciones? ¿Qué sabés hacer mejor o qué te falta para poder vender lo que sabés
hacer mejor? ¿Clases de yoga, cocina a domicilio, reflexología, hacés la mejor
pasta frola de la zona, das clases de gimnasia a domicilio, planchás para los que no
pueden o no saben? ¿Por dónde podés empezar?
Organizate, desarrollá tu disciplina, buscá ayuda. Hay un mundo ahí afuera que está esperando lo mejor de vos.
La mayoría de las personas piensa que obtiene muchos más beneficios si se queda en el lugar de la queja, de la víctima, de la resignación, de "esto es lo que me tocó", "no puedo", "es muy difícil"; es decir poner toda esa energía en defender ese castillo, que trabajar para hacer lo que quiere con su vida. Recuerdo a Peter Senge que hace muchísimisimos años decía "la gente no se resiste al cambio, se resiste a ser cambiada". Oommmm....
El miércoles estaba en otro barrio, lejos del mío, haciendo otra
cosa. Mientras esperaba me llama la atención un gran tablero hermosamente recargado
con oferta de servicios de toda índole. Me acerco y veo que la gran mayoría de
los servicios están prestados por mujeres , mujeres que seguramente pensaron muy
bien en lo que saben hacer y vieron en eso una salida laboral, una forma de
ayudarse y de buscar su independencia económica. Interpreto que viven en el
barrio, que buscan una forma más confortable de trabajar mientras están con su
familia. 
