lunes, 17 de mayo de 2010

¿Para qué nos sirve conversar?


Encontré este dibujo que me disparó enseguida un tema tan en boca de todos ahora que es la famosa comunicación. A propósito, la burbujita dice "Tenemos que hablar" pero no sé cómo ampliar la imagen (todavía).

La comunicación es de a dos, es como bailar, de a dos, no es un monólogo. Todo lo que hacemos, todos, en nuestra vida personal y en nuestro trabajo es una conversación, todos nuestros pensamientos son una conversación interna, todo lo que decimos es nuestra conversación externa, todo lo que NO decimos también es nuestra conversación interna, oculata, de lo que no se habla. Se dice que la vida que tenemos depende de las conversaciones que somos capaces de tener, o abrir como decimos los coaches. Abrir, abrir se abren los libros, abrir se abre la máquina, abrir es varias veces, muchas y dice que puedo cerrar como la puerta de la heladera pero seguramente la voy a volver a abrir. Buenísimo esto que se me ocurrió, nunca más claro. Todo nuestro poder personal y organizacional está ligado a nuestra capacidad para tener mejores o nuevas conversaciones. Lo importante en este mundo de apasionantes cambios es encontrar las herramientas que nos permitan conversar mejor.

En una conversación hay por lo menos dos personas y cada palabra –al igual que cada paso- es correspondido con otra. Las conversaciones que tenemos son nuestras relaciones y éstas van creciendo –o no- por medio del lenguaje que utilizamos, la emoción que transitamos y el cuerpo que mostramos. En toda conversación utilizamos diferentes elementos del lenguaje y la escucha porque sino, ¿para qué hablamos? Entonces sería apropiado hacernos algunas preguntas: ¿Cómo estamos bailando? ¿Sabemos todos los pasos? ¿Qué resultados vamos teniendo? ¿Qué persona tendríamos que ser para bailar como nos gustaría? ¿O nos pasa mucho como a la pareja de la imagen? En esto, les tengo que confiar mi frase preferida que encontré en un libro y que adopté -aunque no pude confirmar su origen: "Traga sapos y vomitarás dragones". ¡NOS VEMOS!

domingo, 9 de mayo de 2010

Cómo Encarar Resultados Diferentes

Cómo encarar resultados diferentes

Encontré una historia muy linda que viene de la India y que creo tiene una buena enseñanza para todos. Dice la historia que en nuestra vida podemos montar dos caballos: Uno que no podemos controlar y otro que depende absolutamente de nosotros. Nuestro objetivo debe ser enfocarnos en ese caballo que podemos controlar. Quizá el que no podemos controlar se ponga a su par y finalmente encontremos nuestro destino, pero quizá no y a lo mejor es lo mejor que nos podría pasar. Lo que sucede es que vivimos pendientes de este caballo. Cuando tenemos problemas en nuestro trabajo, en nuestras relaciones, inmediatamente decimos que la economía anda mal, que nuestros gobernantes no sirven, que hay una crisis financiera, que no tuvimos suerte en la vida, que deberíamos haber nacido en otro lugar, etc. etc. etc. En el momento en que nos enfocamos en ese caballo -que no podemos controlar- aparecen dos problemas: Primero, el caballo sigue fuera de nuestro control y segundo no estamos prestando atención a lo que sí podemos controlar. El caballo que podemos controlar es lo que hacemos, lo que nos corresponde a nosotros, nuestras elecciones, los amigos que tenemos, los libros que leemos, la preparación a la que podemos acceder, todo esto está dentro de nuestro control. ¿Esto significa que tendremos éxito en nuestra vida? No, no hay ninguna garantía pero nuevamente esto es lo que nos corresponde a nosotros, lo que podemos hacer. La verdad es como en la lotería. Nadie nos puede asegurar que vayamos a ganar la lotería pero si no compramos un boleto nunca lo sabremos, eso sí que nos corresponde a nosotros.

martes, 4 de mayo de 2010

El Coaching Ontológico

Coaching es un proceso, no es una cosa ni una terapia.

Un proceso coaching es un tipo de relación que se establece entre dos personas en la que una de ellas (la llamaremos coach) asiste a la otra (la llamaremos coachee) a lograr sus objetivos o metas.

¿Y qué es una meta?

Para mí, ese traje con el que soñamos y que está hecho a nuestra medida.

En otras palabras, el coach podrá trabajar con el coachee para mostrarle posibilidades que le permitan alcanzar lo que hasta ahora no ha conseguido.

Las posibilidades son muchas:
• Un estudiante con dificultades en los exámenes puede querer mejorar en esta habilidad.
• Una persona de negocios sin tiempo para la familia puede desear encontrar un equilibrio más ecológico entre el trabajo y la vida privada.
• Un escritor novel puede desear ver publicada su primera obra.
• Un profesional independiente (léase arquitecto, abogado, psicólogo, jardinero, electricista, o conferenciante...) puede querer hacerse con una clientela fiel.
• Una persona insatisfecha con la forma como se gana la vida puede querer realizar un cambio.
• Una persona que no encuentra sentido a su vida puede querer encontrarlo.
• Una familia desavenida puede querer armonizar sus relaciones.
• Un empresario emprendedor puede querer lanzar un nuevo negocio.
• Un universitario puede querer mejorar su habilidad para exponer su tesis en público.
Las posibilidades son infinitas, mis amigos, pero en todos estos ejemplos, estas personas desean que se produzca un cambio. ¿Y estarán dispuestas a trabajarlo? Es decir, ¿podrán identificar qué les pasa, decirse 'no sé cómo alcanzar esto que deseo' y pedir ayuda?

Si siempre hacés lo que siempre hiciste, siempre obtendrás los mismos resultados. Si lo que estás haciendo no funciona, hacé otra cosa. Aunque Einstein lo dijo mucho mejor: "La locura es hacer siempre lo mismo y esperar resultados distintos"

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