sábado, 8 de agosto de 2015

¿Qué me pasa cuando me sobra tiempo?



Muchos no sabemos tener tiempo libre y lo llamamos tiempo muerto, tiempo ocioso, tiempo no productivo. Y sí, el lenguaje no es inocente. ¿Qué me pasa cuando no tengo nada que hacer, cuando por diferentes motivos un día cualquiera cambia mi rutina porque nació mi bebé, van creciendo los hijos, llega la jubilación, terminó una relación? Muchos nos sentimos culpables porque somos muy adictos a la actividad – a veces desenfrenada, de ocupar el tiempo, libre o no. En nuestra vida pasamos por momentos y espacios diferentes, distintas etapas de crecimiento (y si queremos de reflexión y cambio). En esos momentos está bueno ACEPTAR que viene un tiempo nuevo, TRANSITAR/EXPERIMENTAR esa incomodidad, esa incertidumbre y BUSCAR adentro a ver qué pasa, qué nos aparece, en una palabra, ¡darnos un poco de tiempo!
Mientras pensaba en todo esto me acordé de un cuento sufí que leí en Vivir, Amar y Aprender hace muchísimisimo tiempo que es toda una alegoría. Cuentan que un día había un mullah en la calle, en cuatro patas, buscando algo, cuando se le acercó un amigo y le preguntó:
- Mullah, ¿qué buscas?
- Perdí mi llave.
- ¡Oh, Mullah, qué terrible! ¿Dónde la perdiste?
- En mi casa.
- Entonces, ¿por qué la buscas aquí afuera?
- Porque aquí hay más luz.

Generalmente vamos a buscar afuera lo que nos falta; es más fácil, hay más gente, hay más luz, hay más distracciones. No quiero decir que dentro nuestro solamente exista luz y oscuridad, no, para nada, pero buscar adentro lleva más tiempo y muchas veces nos cuesta lidiar con las emociones que nos aparecen. Y les aseguro que no pasa nada malo, al contrario podemos encontrar espacios diferentes. Hay tiempo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores