lunes, 19 de noviembre de 2012

Gracias YA!

Se viene diciembre que como todo el mundo sabe es un mes que amo por la energía, por las reuniones, por los deseos, porque se puede empezar de nuevo, por los regalos!!! Y siempre, pero siempre, cuando llega diciembre yo me pongo a pensar en el año que pasó, en cómo me fue, en qué puse, qué faltó, que anduvo bien y que no anduvo tanto. Este año, apareció primero el tema de las gracias que es gracia, gratis, gratitud, y por ende reconocimiento. ¡Y me aparecieron tantas preguntas! ¿Gracias a la vida que me ha dado tanto como dice Violeta Parra? ¿Gracias a mis tantos amigos que me abrazaron cuando no tenía fuerzas? ¿Gracias a mis hijos que me han enseñado tanto de mí? ¿Gracias a mis enemigos que me ayudaron a descubrir la persona que soy en la adversidad? ¿Gracias porque las heridas me permitieron estudiar la resiliencia y reconocerme en ella? En fin, voy a hacer foco en el gracias en estas fiestas, gracias se dice con una sonrisa y luego uno se calla un segundo y Ah! lo acepta, lo reconoce. Es lindo, decirlo pero más lindo es aprender a recibirlo. RE-CI-BIR. ¡Qué tema! No te digo que lo pienses, que lo analices, que lo interpretes, ni siquiera que te preguntes si lo merecés, sólo HACELO, ahora, ya.




martes, 18 de septiembre de 2012

TIPS DEL COACH PARA ESTA PRIMAVERA


Que es como un nuevo ciclo, que es como un nuevo comienzo... y eso es bueno. 

El coaching es muchas cosas, y entre tantas es transformación. Es intentar conectarse con ese ser que soy, es preguntarme qué quiero hacer, cómo desarrollo mis relaciones; un poco de lo que se llama inteligencia instrumental.  No puedo saber qué quiero cambiar si primero no sé con qué me quiero quedar.  Es el rediseño de mi vida. En lenguaje, cuerpo y emoción.

No intentes comprender, analizar o examinar lo que sigue. En su lugar te invito a USARLO, A VIVIRLO. La acción es lo único que te acerca a los resultados. La acción es lo único que te permitirá saber si es verdad (para vos) o no. Te propongo una serie de tips para esta primavera. No es teoría lo que  necesitamos, de eso todos sabemos mucho. Considero que es  práctica y la práctica requiere manos a la obra,  empezar, medir tus fuerzas. Podés esperar el resultado o podés tener excusas, lo que no podrás es tener las dos cosas. O tenés excusas o tenés resultados.

Caminá de 10 a 30 min. todos los días. Mientras  camina, sonríe.
Esto lo sabemos todos. ¿Lo hacemos? ¿Se puede? La gente que camina dice que caminar le sirve para alejarse, para tomar distancia, que si camina temprano puede “ver” el día completo. El que camina a la noche dice que le sirve para “relajarse”. Para mí lo más difícil es ponerse las zapatillas. Al principio tardaba mucho, media hora, cuarenta minutos, y tenía miles de excusas: Hace mucho frío, hace mucho calor, caminé ayer, es suficiente, estoy cansada, no puedo más. No es posible ningún cambio si todo sigue igual. Nuestros hábitos son tan pesados como los tanques de combustible de las naves espaciales: cuando los sueltan, se elevan.
Caminá, paseá, solo o con compañía. Cambiá, buscá, innová. Simplificá, si no podés porque no te queda tiempo levantate más temprano, acostate más tarde, vestite más cómodamente para caminar mientras vas a la oficina. Inventa vos “tu” forma.

lunes, 27 de agosto de 2012

Nothing is certain but death and taxes!

Es importante familiarizarse con este tema que tan bien ha descripto La Nación

Cuanto más podamos aprender más podremos ayudar con nuestra experiencia. Otro gran articulo.


lunes, 21 de mayo de 2012

Por qué el coaching no es para todos

No, lamentablemente no es para todos. El coaching no es para personas que buscan explicaciones ni para personas que buscan excusas, personas que piensan constantemente si no fuera por..., por qué a mí, no, no, no es para esas personas. El coaching es para personas que quieren aprender cómo llegar a sus objetivos, que se arriesgan, que pueden quedarse en silencio y preguntarse cómo diseñar un presente más satisfactorio, que quieren preguntarse cómo algo podría ser diferente. El coaching es para personas que quieren tomar acciones diferentes.  
Si hay tres ranitas sobre unas hojas y una decide tirarse al agua … ¿cuántas ranitas quedan sobre las hojas?

v
v
v
v
v
(Ya encontraste la respuesta)
 
¡¡¡ Tres !!!


Porque no es lo mismo decidirse a hacer algo que HACERLO

(Gracias a Santiago Otero por el cuento)


domingo, 25 de marzo de 2012

Esto también pasará; buena leccion

Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte: “Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo”.
Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total. Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.
El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y éste le dijo: “No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje”.
Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente y en una ocasión me encontré con un místico. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje -el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey. Pero no lo leas -le dijo- manténlo escondido en el anillo.
Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían.
Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino. De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso: Simplemente decía "ESTO TAMBIÉN PASARÁ"
Mientras leía "ESTO TAMBIÉN PASARÁ" sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos. El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.
El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo: Este momento también es adecuado vuelve a mirar el mensaje.
¿Qué quieres decir? -preguntó el rey. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.
Escucha -dijo el anciano. Este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso. No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero.
El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: "ESTO TAMBIÉN PASARÁ" y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, habían desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado.
Entonces el anciano le dijo:
Recuerda que todo pasa. Ninguna cosa, ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas.

lunes, 12 de marzo de 2012

¿Para qué festejar?

Alguna de las excusas que escuché esta semana para NO celebrar el día internacional de la mujer.
-El día de la mujer es todos los días,
-Es discriminatorio, no hay un día del hombre,
-No soy un florero para que me regalen una rosa,
-¿Qué voy a celebrar, que nací mujer?,
-Es un día inventado por la sociedad de consumo,
-No es nuestro, es de otro país.
¿Qué nos pasa que no podemos ver lo positivo de una celebración? Y no voy a citar las diferentes definiciones de festejar, celebrar, conmemorar, etc. porque ese no es el punto hoy. Si no podemos parar y reconocer el esfuerzo hecho, en cualquier momento de una cadena de acciones no vamos a tener fuerzas para seguir, no vamos a poder completar nuestro círculo virtuoso. Y además, es muy importante todavía que las mujeres hablemos de lo que nos pasa, nos reunamos, recordemos y nos contemos historias, nos reconozcamos como género y empecemos a sanar en la conversación, que es una de las cosas que mejor hacemos. ¡Y eso se hace reuniéndonos a tomar un café o una copa entre muchas!
Sí, todavía no pudimos con la violencia de género; sí, cobramos menos por el mismo puesto de trabajo; sí, hay muchas mujeres que mueren más que cruelmente en todas partes del mundo, pero nada crece sin la aceptación de dónde estoy que me permite diseñar para adelante. Y lo que hay –midiendo la brecha- es bastante, es por lo menos poder saber que estas cosas existen y buscar nuevas fuerzas para luchar.

martes, 6 de marzo de 2012

DIETA - DIETA - DIETA - DIETA

A esta altura ya aprendimos varias cosas de las corrientes de Pensamiento Positivo y New Age. Una de las que yo aprendí, que rescato y que ‘he experimentado’ con bastante -diría mucha- regularidad es que el trabajo de nuestra mente es pensar. Todo el tiempo. Constantemente. En invierno y en verano, el 1 de enero y el 31 de diciembre. No se toma vacaciones, es sumamente eficiente: une, recuerda, trae, separa, recorta, justifica, castiga, festeja. Y sin embargo, a nosotros cada tanto se nos ocurre tomar un curso y le decimos: ‘No pienses en nada, quédate en blanco.’ Y no es muy fácil que digamos, se necesita mucho entrenamiento. Hoy quiero proponer un ejercicio diferente para que la mente descanse un poco y trabaje a nuestro favor. Si nosotros vivimos en la narrativa que nos construimos de nosotros mismos ¿existiría alguna diferencia entre contarnos que somos La Bella Durmiente o Superman o La Bruja Mala o Hannibal Lecter? En todos los casos, nuestra mente va a traernos los recortes periodísticos de cuando fuimos uno y otro. Si nuestra mente se cree la historia que le contamos de nosotros mismos, ¿por qué no contarnos la mejor parte, elegir el mejor personaje? ¿Por qué no nos contamos las veces en que fuimos He Man o Pretty Woman? ¿Por qué por una semana –hasta el martes que viene, no buscamos en nuestra mente las mejores historias sobre nosotros mismos? Sí, es una buenísima dieta y va bastante bien para adelgazar la culpa, fortalecer la dopamina, reducir los niveles de perfeccionismo y tonificar la autoestima. ¿Qué pasaría? No te pido que lo pienses ni que lo analices o que lo expliques. Solo te pido que lo hagas. ¿Comentarios luego?

“No solo actuamos de acuerdo a como somos, también somos de acuerdo a como actuamos. La acción genera ser”.

miércoles, 22 de febrero de 2012

¿Cómo hago para escuchar mejor?

Paginas, libros, manuales, compendios y tratados se han escrito y se escriben sobre el valor de la escucha. Y sin embargo muchas personas se acercan a la consulta con esta pregunta. Y tiene sentido porque si no fuese importante escuchar, ¿para qué hablamos? Hablar y escuchar tienen que ver con el diálogo y eso se llama comunicación (acción + común).

Del escuchar viene la sabiduría,
y del hablar el arrepentimiento
Proverbio italiano


Para vos, ¿la escucha es un valor? Valor.

Igual que en el lenguaje diario en el lenguaje ontológico hay una diferencia entre escuchar y oír. Podemos tomar el sencillo ejemplo de una ambulancia o una unidad de emergencia médica o de terapia que tan a diario pasan por la calle. Lo que oímos es el ruido de la sirena, ¿y qué escuchamos? Lo que escuchamos es nuestra interpretación, nos corresponde a nosotros. Y las interpretaciones son todas válidas: herido, víctima, enfermo, accidente. Traemos desde nuestra mente nuestra experiencia con ese ruido y lo escuchamos interpretándolo. Solo oímos un ruido, en este caso el ulular de una sirena pero escuchamos a partir de nuestras interpretación de ese hecho.

Ahora, no todos escuchamos igual. Y para tener en cuenta muy especialmente es importante aprender que escuchamos (interpretamos) a partir de si somos mujer u hombre; (esto las mujeres no lo queremos aprender) de los años que tenemos (no escucha igual un adolescente que un adulto maduro); de nuestra historia personal (del contexto social en que nacimos), de la emoción en la que estamos en ese momento (no escucha igual alguien que está enamorado que alguien que fue despedido de su trabajo).

Escuchar no es dar consejos, tampoco es criticar ni buscarle la solución al problema. Escuchar no es interrumpir con un ‘A mí me pasó lo mismo. ¡No sabés lo que me pasó a mí! Tenés suerte, a mí me pasó … . Lo que vos tenés que hacer… ‘ ¿O no nos pasa esto a veces?

Para empezar a escuchar es importante partir de que no sé, no sé qué es lo próximo que mi interlocutor va a decir. Escuchar es fundamentalmente donar mi tiempo. Donar. Si no dispongo de tiempo no puedo escuchar. Para escuchar necesito humildad porque cuando escucho yo soy el receptáculo del otro. Humildad. Muchas veces tememos que nos escuchan porque no nos gusta que nos critiquen, que nos juzguen.

Estar atentos, estar presentes con el cuerpo. ¿Qué sentimos cuando estamos hablando con alguien y ese alguien no nos está mirando y sentimos que mira en otra dirección, que está buscando con los ojos? Escuchar es una disciplina, y disciplina implica entrenamiento, trabajo, observación. Disciplina ¿Cómo empezar? Aprendiendo a callarnos a nuestro propio discurso para escuchar las palabras del otro. Aprender.

¡TEST!

¿Te parece que al lado tuyo las personas sienten que pueden hablar?
¿Podés crear un espacio de confianza para que el otro sienta que puede hablar con tranquilidad y que no va a ser enjuiciado?
¿Te pasa que estás escuchando pero de pronto perdés el hilo y te encontrás pensando en lo que querés decir?
¿Le permitís al otro tener su propio punto de vista o criticás y juzgás en medio de la conversación?
¿Hacés preguntas para que el otro sienta que estás escuchando?

En forma totalmente deliberada he repetido palabras que son importantes y resuenan en todo proceso personal. De estas palabras ¿cuáles son tuyas y cuáles quisieras comprarte? Y si ya las tenés ¿en qué orden aparecen en tu vida?

Seguidores